La madera de fresno es una madera muy polivalente y utilizada. Si bien se la puede encontrar en la fabricación de muebles o de ebanistería fina, es mucho más usual verla en ámbitos más exigentes.
Con su delicado aspecto marrón medio, el fresno modificado térmicamente no tiene nada que envidiar a las maderas exóticas. Al evolucionar de forma natural, adquirirá un color plateado y uniforme que resistirá el paso del tiempo.
Especialmente indicado para su uso en terrazas, su estabilidad es toda una garantía de tranquilidad.
Procedente de bosques templados bien gestionados, posee una buena resistencia mecánica, y la modificación térmica aumenta su resistencia natural. Durante el proceso se alcanzan temperaturas de hasta ± 215°C, provocando cambios físicos específicos en su estructura.
El producto final es extremadamente estable, no se deforma, y es especialmente tolerante a la humedad, a los cambios bruscos de temperatura, a la descomposición, y al riesgo potencial de ataque por parte de insectos/microorganismos. Todo ello contribuye a aumentar su vida útil y su durabilidad, aunque no su peso, que se ve reducido a menos de la mitad.
Disponible en medidas 21 x 118 mm, sin bisel y con perfil confort (ligeramente curvado para un óptimo drenaje).